Douglas McGregor fue un ingeniero industrial y psicólogo estadounidense que realizó importantes aportes en el área de la administración de empresas durante la primera mitad del siglo XX. McGregor es el creador de la Teoría X y la Teoría Y. En este post encontrarás detalles sobre su vida y aportes teóricos, continúa leyendo.
McGregor era un hombre sencillo, pero con una gran vocación de servicio que le llevo a realizar importantes contribuciones a nivel empresarial.
McGregor desarrollo dos teorías que revolucionaron a la administración de empresas: la teoría X y la Teoría Y.
Nacido en Detroit en 1906, en un año de muchos cambios en dicha ciudad por la explosión industrial.
La ubicación de la misma hizo que esta se convirtiera en un gran centro industrial (estaba cerca de un lago que podría un canal fluvial que conectaba con New York).
En menos de cuatro décadas la población de Detroit (en su mayoría blanca anglosajona) se multiplicó casi por ocho.
El crecimiento a nivel industrial permitió que surgiera una población ostentosa, además se levantó una clase media integrada por gerentes y jefes.
Además la ciudad se convirtió en punto de llegada de inmigrantes blancos europeos: italianos, irlandeses, escoceses.
Por tal motivo McGregor nació en una familia escocesa, esto marco su vida y labor.
El abuelo de MacGregor creó el Instituto Mcgregor, que más adelante fue administrado por su padre y tío.
Este centro albergaba a los inmigrantes que llegaban atraídos por la posibilidad de conseguir empleo.
MacGregor trabajó como recepcionista en ese centro y además entretenía a los residentes tocando el piano.
Mientras trabajaba allí cursó estudios de Ingeniería industrial en la Universidad Estatal de Wayne.
Posteriormente trabajó en una gasolinera y ascendió de puesto rápidamente, estando a cargo de todas las gasolineras de esa región.
En esa etapa McGregor contrajo matrimonio y siguió sus estudios.
Luego los Estados Unidos sufrió un periodo de gran crisis económica, lo que motivo a McGregor a volver al instituto de su familia.
De nuevo se dedicó a los desempleados, organizando comidas para ellos.
Al estabilizarse Detroit Mcgregor se matriculó en la Universidad de Harvard (estado vecino de Masachussets).
Allí culminó sus estudios de Maestría y Doctorado en Psicología, desempeñando también funciones como profesor en la universidad.
En el año 1937 creó la cátedra de Relaciones Industriales en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Igualmente se convirtió en consultor y administrador de la empresa Dewey and Almy (fabricante de adhesivo y selladores).
McGregor fue presidente de la Universidad de Antioquia en Yellowsprings (Ohio).
Esta Universidad fue la primera en admitir a afroamericanos para ser formados como maestros.
En esa institución educativa estuvo laborando durante seis años.
Más adelante estuvo a cargo de la Escuela de Administración Sloan.
En este contexto marco nuevas pautas en el campo de las relaciones de trabajo, creando la teoría X y la teoría Y.
En 1964 a sus 58 años murió por un ataque al corazón.
Su legado aún se conserva en el mundo académico y laboral.
En honor a su nombre la Universidad de Antioquia ahora se llama Universidad Mcgregor.
MacGregor estudio la parte humana de la empresa, la psicología industrial, generando dos teorías a las que llamó “teoría doble”, la X y la Y.
Según la misma a las personas no les agrada trabajar, por ende los trabajadores deben ser forzados a hacerlo a través del castigo.
Otra premisa es que la mayoría de las personas desean ser dirigidas y son poco ambiciosas.
Por ende necesitan sentirse seguros, ocasionando que las organizaciones deban construir mecanismos estrictos de supervisión.
Los científicos que apoyan a la teoría X piensan que los trabajadores deben ser entrenados para hacer tareas repetitivas, de manera que se obtengan respuestas automáticas y con ellas más eficiencia, a esto le llaman “parámetros de certeza”.
Esta teoría presenta otra visión del trabajador como ser humano.
Se basa en que la gente le gusta asumir riesgos y las respuestas varían según las circunstancias.
Por lo tanto, los trabajadores viven en un estado de incertidumbre.
A la gente le agrada dirigir su actividad y la controla según su propio objetivo.
Además, si el trabajador obtiene beneficios de su trabajo es feliz.
En resumen: si la empresa sabe presentar las recompensas adecuadas, el trabajador asumirá su trabajo común reto personal.
McGregor creía que aquellas organizaciones que se inclinaban por la teoría X aprovechaban solo una pequeña fracción de las capacidades de sus trabajadores.
En este caso es conveniente el principio de autoridad por el principio de “motivación”.
En cuanto al principio de integración, este implica el de autocontrol.
Es decir, el trabajador es una persona que asume su responsabilidad y que se esfuerza por alcanzar sus propias metas.
La teoría Y establece que las autoridades en las empresas deben aprender a delegar.
De esa forma el empleado puede asumir retos nuevos.
MacGregor ha sido criticado por manipular la relación empresa-trabajador.
Sin embargo, su punto de vista es mucho más humanista que el desarrollado por la teoría clásica.
Entre los mayores aportes de este teórico está la necesidad de crear programas motivacionales para alentar a los trabajadores a reconocer sus capacidades y desarrollarlas.
En este sentido, las organizaciones deben generar oportunidades de crecimiento y promover el desarrollo personal de sus empleados.
Actualmente, en consonancia con el enfoque de McGregor se plantea la importancia de la delegación de funciones y la descentralización.
De igual forma, se propone la participación en la ti de decisiones y la ampliación de los límites laborales.
La evaluación y coevaluación son procesos que forman parte de la visión de gestión actual.
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