¿QUE SON LAS RAZONES FINANCIERAS?

Hablar de las razones financieras, es aludir a una herramienta empleada en las finanzas y la contabilidad, para revisar la situación económica que pueda tener cualquier compañía en un momento determinado. También, se conocen como indicadores financieros, que sirven para analizar los estados financieros de la empresa, por lo que son de gran importancia, ya que ayudan a entender las condiciones en que la empresa se encuentra, al igual que su capacidad para dar respuesta a las obligaciones anteriormente contraídas.
Por otro lado, las razones financieras ayudan a efectuar un análisis profundo de una empresa, determinando la capacidad que esta tiene para dar respuesta a cualquier compromiso, así como para hacer comparaciones entre diversos periodos, con las que se deducirán cambios o variaciones en el desempeño económico de la empresa.

¿Cómo se clasifican las razones financieras?

Son varios los grupos en que se clasifican las razones financieras, entre los que destacan:

A.- Razones de liquidez

Ayudan a identificar plenamente la capacidad con la que una empresa podrá asumir sus compromisos económicos en un plazo corto, a medida que estos se están venciendo.
Para entender lo concerniente a este grupo, debemos saber lo que es el activo corriente, que abarca a los activos que pueden ser convertidos en dinero en un plazo inferior a un año, tratándose específicamente de las inversiones o los inventarios. Mientras que el pasivo corriente, implica a los pasivos que la compañía tiene que pagar a más tardar en un año, como pueden ser créditos o proveedores.
Una de las razones de liquidez es el capital de trabajo, cuya fórmula es la siguiente:

Capital neto de trabajo (CNT) = Activo corriente – Pasivo corriente

De acuerdo al resultado obtenido tras la aplicación de la fórmula, en caso que sea positivo, la compañía posee los activos suficientes y necesarios para sufragar sus deudas en un tiempo corto. Mientras mayor sea este resultado positivo, la situación de la empresa es mejor.
El índice de solvencia es otra razón de liquidez. Esta es su fórmula:

Índice de solvencia = Activo corriente / Pasivo corriente

Con un índice de solvencia alto, la empresa demuestra que tiene la capacidad suficiente para pagar en el tiempo sus obligaciones. El nivel óptimo para efectos de solvencia es a partir de 1,5, aunque para determinadas compañías, es considerado como tal a partir de 1, para que no se tenga un exceso de liquidez que sea traducido en pérdida de rentabilidad.
La prueba ácida entra dentro de las razones de liquidez. Su fórmula es la siguiente:

Prueba ácida = (Activo corriente – Inventarios) / Pasivo corriente

Con la prueba ácida se intenta determinar la solvencia, solo que los inventarios quedan excluidos, especialmente en las empresas de servicios.
También, tenemos a la rotación de inventarios que consiste en lo siguiente:

Rotación de inventarios = Costo de mercancías vendidas / Promedio de inventarios

En cuanto al promedio de inventarios, este se calculará implementando el valor inicial del periodo y sumándolo con el valor final del periodo, para después dividirlo en dos. Otra forma de hacer este cálculo, es usar la totalidad del valor del inventario en el periodo, sin que se calcule el promedio.
Mediante este indicador, es posible saber el promedio del tiempo en que los inventarios se tardan en ser vendidos. Mientras el resultado de la fórmula es mayor, se demuestra que la administración es mejor. Si se trabaja con estados financieros anuales, debe dividirse el resultado obtenido de la fórmula entre 12, determinando así el número de meses que tardó la rotación del inventario.
Asimismo, tenemos a la rotación de cartera con la siguiente fórmula:

Rotación de cartera= Ventas a crédito / Promedio de cuentas por cobrar

En esta fórmula es posible que se use el total de las cuentas por cobrar, para no calcular el promedio.
Con el indicador anteriormente mencionado, se busca determinar el tiempo en que se tardan las cuentas por cobrar, para que las mismas sean convertidas en efectivo, lo que implica saber cuánto tardan en pagar los clientes. Si se desea obtener esta información en meses, hay que dividir entre 360 el resultado de esta fórmula, en caso que se usen las razones financieras en base a los estados financieros anuales.
Pero la rotación de cuentas por pagar a corto plazo, se calcula de esta manera:

Rotación de cuentas por pagar = Compras a crédito / Promedio de cuentas por pagar

Si no es posible hacer el cálculo de este promedio, puede ser tomado el total de las cuentas por pagar de este período.
Gracias a este indicador, se consigue calcular el tiempo en que la empresa puede demorarse para saldar sus cuentas. Si es necesario determinar esta información en meses, el resultado conseguido tiene que ser dividido entre 360, siempre que los estados financieros sean anuales.

B.- Razones de endeudamiento

Con esto se intenta puntualizar el nivel de endeudamiento en que se encuentra una compañía, para determinar el financiamiento que los acreedores tienen en relación a la empresa, lo que genera como resultado el nivel de riesgo en que estos socios o acreedores han incurrido.
En este grupo podemos incluir a la fórmula de la razón de endeudamiento:

Razón de endeudamiento = Pasivo total / Activo total

Sirve para medir la proporción de activos que están financiados por proveedores o acreedores dentro de esta razón financiera relacionada con el riesgo, ya que mientras más alto sea el resultado final de la fórmula, las probabilidades de quiebra son mayores.
Asimismo, debemos hablar de la fórmula de la razón pasivo capital:

Razón pasivo-capital = Pasivo a largo plazo / Capital

Nos ayuda a reflejar la proporción existente entre los activos financiados por los socios, y los que fueron financiados por terceros. En caso que el resultado sea mayor a 1, se puede inferir que el financiamiento es proporcionado en gran parte por terceros.

C.- Razones de rentabilidad

Es un identificador con el que se aprecia el grado de rentabilidad de una compañía en relación con sus ventas, activos y el capital que se haya aportado.
En este grupo podemos encontrar:
Margen bruto de utilidad. Es un indicador cuya fórmula es:

Margen bruto de utilidad = (Ventas – costo de ventas) / Ventas

Nos sirve para reflejar el margen obtenido a nivel de utilidad que se haya alcanzado, después de cancelar los inventarios. Por tal motivo, es de las razones financieras más usadas.
Y con el margen de utilidades operacionales, son reflejadas las utilidades netas que percibió la compañía dentro de cada venta efectuada, para lo que debe tomar el valor de cada venta y restar los gastos y costos en que se haya incurrido, independientemente que sean directos o indirectos. Cada fórmula puede tener alguna variación, de acuerdo a la empresa en que se aplique.
Incluso, se puede definir el porcentaje de utilidad operacional, al realizar la división de la siguiente forma: Utilidad operacional / ventas. Es así como se conseguirá el margen operacional que debe superar al 0%, ya que de lo contrario, la compañía estaría produciendo pérdidas.
En este grupo tenemos el cálculo de la rotación del activo total a largo plazo, que tiene la fórmula siguiente:

Rotación de cuentas por pagar = Ventas / Activo total

Si desea que el valor sea expresado en días, se debe dividir 360 entre el resultado de la fórmula.
Como los activos presentan la cualidad de producir ingresos a futuro, su rotación determina el tiempo con que esto ocurre, y mientras más bajo sea el resultado arrojado por la formula, la rotación de los activos será mayor, por lo que estos producen beneficios en un tiempo menor. Caso contrario, si los activos generan beneficios en un tiempo más prolongado, su productividad será menor.
En cuento al rendimiento de la inversión, este indicador tiene su propia fórmula:

Rendimiento de la inversión = Utilidad neta luego de impuestos / total activos

También conocida como retorno sobre los activos, sirve para realizar una medición de la rentabilidad de estos, aunque dependerá de su rotación, ya que mientras más alto sea este indicador, la productividad de estos activos será mucho mejor, lo que repercutirá en el rendimiento de la inversión de forma positiva.
Para saber lo concerniente al rendimiento del capital común, tenemos la siguiente fórmula:

Rendimiento del capital común = (Utilidades netas después de impuestos – Dividendos preferentes) / Capital contable – Capital preferente

Así podrás determinar la utilidad que se obtuvo por el capital.
Con la utilidad por acción debemos proceder con esta fórmula:

(Utilidad para acciones ordinarias / número de acciones ordinarias)

Así podremos saber la rentabilidad que nos deja cada acción de nuestra empresa.
Los dividendos por acción se pueden determinar de esta manera:

Dividendos por acción = Dividendos pagados / Número de acciones ordinarias vigentes

Esto nos refleja el valor cancelado a cada accionista o socio, al momento de repartir sus utilidades.

Razones de cobertura

Se trata de un índice que nos permitirá determinar nuestra capacidad para pagar los cargos fijos que resulten de las deudas que se adquirieron en la empresa.
Dentro de las mismas tenemos a la cobertura total de pasivo, que tiene la siguiente fórmula:

Cobertura total del pasivo= Ganancias antes de intereses e impuestos / Intereses más abonos al pasivo principal.

Ayuda a reflejar la capacidad con la que la empresa puede afrontar los intereses, junto al abono de capital, para estas mismas obligaciones.
Mientras que la razón de cobertura total se calcula así:

Razón de cobertura total= Utilidades antes de pagos de arrendamientos, intereses e impuestos / Intereses + abonos al pasivo principal + pago de arrendamientos

Así podremos saber la capacidad con la que cuenta la empresa para sufragar sus gastos a nivel financiero, ya sean fijos o temporales.
Principalmente refleja la capacidad que tiene la empresa para cubrir todos sus gastos financieros tanto temporales como fijos.
Definitivamente, estas son las razones financieras más importantes que muchas empresas emplean en la actualidad y a pesar que hay compañías que no consideran necesario aplicar las razones de cobertura a sus operaciones comerciales, aunque la verdad es que deben ser determinadas las necesidades a verificar, para conocer con veracidad las razones que aplicarán con respecto a la realidad de la empresa, ya que es posible que de las 4 razones financieras existentes, una compañía puede usar una si es necesario.

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